Carlos Caso-Rosendi
Mayo de 2018. Fiel a sus raíces, Fe y Razón se renueva
En 1999 tres jóvenes católicos uruguayos comenzaron a publicar un sitio en la incipiente red de redes. Con el tiempo surgió la idea de publicar una revista virtual de teología católica. Quien les escribe, ha venido trabajando ya desde hace algunos años en la actualización del sitio original. Diversos altibajos han demorado esa tarea. Dios, que sabe más y conoce los mejores tiempos y sazones para todas las cosas, finalmente ha permitido que se le dé forma a esta revista — la novísima Fe y Razón de este año del Señor de 2018 — y el sitio va adquiriendo lentamente su aspecto definitivo. Estimamos que en este tiempo de mayo/junio tendremos todo completo, revisado y en orden.
En los días por venir, mientras celebramos la entrada en el centésimo-primer aniversario de las apariciones de Nuestra Señora en Fátima, Portugal, el trabajo de renovación avanza diariamente. Me atrevo a pedir a los lectores y seguidores de Fe y Razón, que recuerden este trabajo al Señor en la oración diaria. Esperamos que la renovación resulte en el despertar de muchas almas — para usar la frase de la Madre Angélica de Birmingham: «Si una sola alma vuelve al Señor, nuestro trabajo no habrá sido en vano.»
A medida que trabajo en los diferentes artículos, producidos o seleccionados por el Equipo de Redacción, más y más me doy cuenta de la importancia de este tesoro de gracia, acumulado en impulsos electrónicos que el Internet lleva a la velocidad de la luz alrededor del mundo. Yo que he sido lector y espectador de Fe y Razón desde sus comienzos, espero que este nuevo rostro de la Revista haga florecer en todos sus lectores las ganas de repasar toda la rica producción nova et vetera contenida aquí.
Cantaré al Señor toda mi vida;
mientras yo exista, celebraré a mi Dios:
que mi canto le sea agradable,
y yo me alegraré en el Señor.
— Salmo 103, 33.