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Cova da Iria – 13 de Octubre de 1917
Mark Mallett

La lluvia caía empapando a la multitud. Aquello parecía un signo de admiración al final de los ridículos informes que habían llenado los periódicos seculares durante los meses precedentes. Tres pastores cerca de Fátima, Portugal, afirmaron que un milagro iba a ocurrir en los campos de la Cova da Iria a mediodía de ese día. Era 13 de octubre de 1917. Unas 30.000 a 100.000 personas se habían reunido para presenciar el evento.

“Entre ellos había creyentes y no creyentes, ancianas piadosas y jóvenes burlones.”[1]

Entonces ocurrió. Algo ocurrió. Según los testigos, la lluvia cesó, las nubes se abrieron y el sol apareció como un disco opaco girando en el cielo. Al girar despedía como un arco iris entre las nubes, el paisaje y las personas que ahora concentraban toda su atención en el espectáculo solar. De repente, el sol pareció salirse de su lugar y comenzó a zigzaguear hacia la tierra, espantando a la multitud aterrorizada, ya que muchos creían que era el fin del mundo. De pronto, el sol volvió a su lugar original. El “milagro” había terminado … o casi. Testigos informaron que sus ropas, antes empapadas, habían quedado  “repentina y totalmente secas.”

“Ante los ojos asombrados de esa multitud de aspecto bíblico, que permanecía a cabeza descubierta, oteando ansiosamente el cielo, el sol temblaba, realizaba movimientos repentinos e increíbles violando todas las leyes cósmicas: el sol ‘bailaba’ según la expresión típica del pueblo.” –Avelino de Almeida, escribiendo para O Século, el periódico más influyente y de mayor circulación en Portugal, que era pro-gubernamental y anticlerical en ese momento. Los artículos anteriores de Almeida habían sido para satirizar los eventos previamente reportados en Fátima. [2]

Cuenta otro periódico secular:

“El sol, estaba en un momento rodeado de llamas escarlata, y en otro rodeado de una halo amarillo y rojo oscuro, parecía girar extremadamente rápido, a veces parecía desprenderse del cielo y acercarse a la tierra, irradiando intenso calor.”[3]

Otros testigos oculares informaron casi lo mismo, insistiendo en uno u otro aspecto del fenómeno que habían presenciado.

“El disco solar no permaneció inmóvil. Este no era el centelleo de un cuerpo celestial, ya que giraba sobre sí mismo en un enloquecido torbellino, cuando de repente se escuchó el clamor de la muchedumbre. El sol que giraba parecía desligarse del firmamento y avanzar amenazante sobre la tierra como para aplastarnos con su enorme peso ardiente. La sensación en esos momentos fue terrible.”[4]

Como un rayo, las nubes se separaron, y el sol en su cenit apareció en todo su esplendor. Comenzó a girar vertiginosamente sobre su eje, como la rueda de fuego más magnífica que uno pudiera imaginarse, abarcando todos los colores del arco iris y emitiendo destellos multicolores de luz, produciendo un asombroso efecto. Este espectáculo sublime e incomparable, que se repitió tres veces distintas, duró unos diez minutos. La inmensa multitud, vencida por la evidencia de tan tremendo prodigio, cayó de rodillas.[5]

Evaluación crítica

En uno de mis largos y frecuentes debates, cierto ateo me envió un artículo del sitio answers.com titulado “El Milagro del Sol.”[6] Con eso intentaba demostrar que la ciencia puede explicar cada milagro, aún lo ocurrido en Fátima. Ahora, lo que sucedió allí puede ser considerado uno de los milagros públicos más notables desde los tiempos de Cristo. Dado que tres niños predijeron que ocurriría, tal como les había avisado la Madre de Dios, lo que está en juego es mucho. Agregue a eso el hecho de que los ateos, los socialistas, la prensa secular y los opositores de la Iglesia estaban presentes. Este realmente parecía ser el milagros más merecedor de descrédito.

Leí el artículo y la “evaluación crítica” de varios “expertos” y sus explicaciones de cómo este milagro podría haber sido simplemente un fenómeno natural y nada más. Aquí están sus comentarios seguidos de mis respuestas.

Crítica: Joe Nickell, un escéptico e investigador de fenómenos paranormales, señala corectamente que supuestamente el “Milagro del Sol” también ocurrió en varios sitios marianos alrededor del mundo. Durante una de esos eventos en Conyers, Georgia, a mediados de la década de 1990, un telescopio equipado con un “filtro solar protector Mylar” fue apuntado al sol.

“… más de doscientas personas vieron el sol a través de uno de los filtros solares y ninguna persona notó nada inusual.”[7]

Respuesta: Si bien uno puede suponer que la observación en Conyers fue tan solo una prueba del supuesto “Milagro del Sol” en ese lugar, la cuestión es: Dada la naturaleza de ese milagro y lo que se ha informado sobre el mismo: ¿por qué usar un telescopio en primer lugar? En Fátima, testigos oculares describieron el sol girando, girando “vertiginosamente sobre su eje”, y luego zigzagueando hacia la tierra como si se hubiera separado del firmamento. Cualquier astrónomo aficionado puede dar fe que eso es imposible. Mientras los planetas y las lunas se mueven en una órbita, el sol mismo está “fijo” en su lugar. Sería imposible que el sol cambie de posición. Por lo tanto, las personas en Portugal vieron algo más, algo que está fuera de los límites de las leyes de la física y más allá de lo que pueda captar la lente de un telescopio.[8]

Vale la pena señalar que en otros sitios marianos, mientras que muchos atestiguan haber visto el milagro del sol, por lo general nunca es visto por todos los presentes. Eso fue lo que sucedió en Fátima.

“… la predicción de un ‘milagro’ no especificado, el abrupto comienzo y final del presunto milagro del sol, los diversos trasfondos religiosos de los observadores, el gran número de personas presentes y la falta de cualquier factor científico causal conocido hacen que alucinación masiva parezca poco probable. Que la actividad del sol fuera reportada como visible por personas que se encontraban a una distancia de hasta 18 kilómetros, también excluye la teoría de una alucinación o histeria colectivas. A pesar de estas afirmaciones, no todos los testigos informaron haber visto el sol ‘bailar’. Algunas personas solo vieron el halo de colores. Otros, incluidos algunos creyentes, no vieron nada en absoluto. No existe testimonio científico de ninguna actividad solar o astronómica inusual durante ese tiempo en que se informó que el sol había ‘bailado’ y no hay informes de testigos de ningún fenómeno solar inusual a más de 64 kilómetros de Cova da Iria.”[9]

Por qué algunos ven este ‘milagro’ y otros no, es un misterio ¿Es un ‘regalo’ que reciben ciertas personas por alguna razón particular en su vida? He hablado con personas que afirman haber visto el milagro del sol en los tiempos modernos y trataron de grabar con una cámara lo que estaban presenciando. Sin embargo, el sol parecía normal en una película o cinta de video. Según parece, los informes de los testigos presenciales son casi el único testimonio con que contamos. En general, esto presenta un problema de subjetividad.

Sin embargo, en el caso de Fátima, la gran cantidad de testigos refuerza el caso de que algo extraordinario ocurrió. El hecho de que no todos en Portugal ese día presenciaron el evento agrega evidencia en pro de un milagro, ya que, un fenómeno solar que pasara sobre el país podría y debería haber sido presenciado por todos aquellos presentes en el sitio.

“Los […] fenómenos solares no se detectaron en ningún observatorio. Es imposible que algo así escape a la atención de tantos astrónomos y de hecho, a los demás habitantes del hemisferio … no se trata de un fenómeno o evento astronómico o meteorológico … O bien todos los observadores en Fátima fueron engañados colectivamente y erraron en su testimonio, o debemos suponer una intervención supernatural.”[10]

Crítica: El profesor Auguste Meessen del Instituto de Física de la Universidad Católica de Lovaina ha declarado que las observaciones informadas fueron efectos ópticos causados por la observación prolongada del sol. Meessen sostiene que las imágenes posteriores de la retina, producidas después de períodos breves de mirar el sol son una causa probable de que se observara un efecto oscilatorio. Del mismo modo, Meessen afirma que los cambios de color atestiguados fueron muy probablemente causados por el blanqueamiento de las células fotosensibles en la retina.[11]

Respuesta: Hace ya bastante tiempo que los oftalmólogos han establecido que mirar al sol puede causar daño permanente en los ojos. Puede tomar tan solo unos segundos antes de que ocurra un daño temporal o permanente.

En los informes de los testigos oculares en Fátima, el milagro del sol no duró segundos, sino minutos, y tal vez hasta ‘diez minutos.’ Testigos oculares declararon que las nubes se habían abierto y que ‘el sol en su cenit apareció en todo su esplendor’, ‘Y así los espectadores miraban directamente al sol. Mirar el sol al mediodía por solo un minuto, si eso fuera posible, hubiera sido suficiente para causar daño permanente al menos en algunas personas. Pero entre decenas de miles de personas, no hubo informes de que una sola persona haya sufrido daños en los ojos, y mucho menos ceguera. Por otro lado, esto ha ocurrido en algunos supuestos sitios de aparición mariana donde ciertas personas procurado ver un milagro.[12]

La lógica del profesor Meesen se desmorona aún más al afirmar que los efectos danzantes del sol fueron simplemente el resultado de las imágenes posteriores de la retina. Si ese fuera el caso, entonces el milagro del sol que se presenció en Fátima podría duplicarse fácilmente cualquier otro lugar. De hecho, para estar seguros, los miles que se reunieron ese día habrían mirado al sol más tarde esa tarde y en los días siguientes para ver si el milagro se repetía. Si el ‘milagro’ del 13 de octubre fue solo el resultado de imágenes retinales o ‘el blanqueamiento de las células retinianas fotosensibles,’ los escépticos y los periódicos seculares que antes habían ridiculizado a los tres pastorcitos seguramente habrían señalado esto. Las secuelas de la excitación se habrían disipado rápidamente a medida que las personas comenzaran a duplicar fácilmente las ‘imágenes posteriores de la retina.’ Sin embargo, ocurrió lo contrario. Los testigos oculares describieron lo visto como un ‘prodigio’, algo ‘imposible de describir’ y un ‘espectáculo notable.’ ¿Qué puede ser notable en algo que uno podría duplicar fácilmente una hora más tarde?

Crítica: Nickell también sugiere que los efectos oscilatorios presenciados en Fátima pueden deberse a fenómenos ópticos que resultan de la distorsión temporal de la retina causada por mirar a una luz tan intensa.[13]

Respuesta: En ningún caso leemos de testigos que hayan informado de secuelas oculares persistentes. El prodigio parecía simplemente terminar cuando el sol, después de parecer precipitarse zigzagueando a la tierra, retomó su curso normal; los testigos presenciales informaron que el fenómeno duró un tiempo limitado y luego terminó bruscamente. Sin embargo, si la explicación de Nickell fuera cierta, la distorsión de la retina debería haber continuado mientras el público continuara mirando al sol … una hora, tres horas, o todo el día. Esto contradice los informes que indican que el milagro tuvo un final abrupto.

Además, los testigos oculares señalaron específicamente que el sol no parecía emitir una “luz intensa”, sino que parecía “pálido y no lastimaba mis ojos” y “envuelto en … una luminosa niebla gris” y comenzó a emitir “destellos multicolores de luz,” produciendo el efecto más asombroso. Vale la pena señalar que durante un eclipse de sol, o cuando el sol está bajo una espesa capa de nubes, el mismo se puede observar sin que nos afecte o incomode para nada. Sin embargo, aún en estos casos en los que el sol está bloqueado por otro objeto puede efectivamente causar daños graves y permanentes.

Crítica: Steuart Campbell, escribiendo para la edición de 1989 de la revista Journal of Meteorology, postuló que una nube de polvo estratosférico cambió la apariencia del sol ese 13 de octubre, facilitando su observación y haciendo que parezca girar y aparecer amarillo, azul y violeta. En apoyo de su hipótesis, el Sr. Campbell informa que un sol azul rojizo fue visto y documentado en China en 1983.[14]

Respuesta: Una vez más, esta hipótesis contradice los informes de testigos oculares. No todos los presentes en Fátima ese día fueron testigos de un milagro en el cielo. Si se tratara de una anomalía solar, una “nube de polvo estratosférico” que duró varios minutos, seguramente hubiera estado a la vista de todos. La afirmación de Campbell tampoco llega a explicar el tercer aspecto del espectáculo ese día: la visión del sol que zigzaguea y parece desplomarse hacia la tierra. Por último, una nube de polvo tan estratosférica seguramente sería un evento que nadie podría predecir con meses de anticipación en esa época – mucho menos tres pastorcillos.

Tampoco una nube de polvo explica cómo la ropa de todos, que estaba empapada por un aguacero que había terminado unos minutos antes, ahora estaba “de repente, completamente seca.” Algo que está fuera de las leyes normales de la física y la termodinámica tuvo lugar ese día, produciendo no solo un “milagro” óptico, sino también físico.

Crítica: Joe Nickell afirma que la posición del fenómeno, según lo descrito por los diversos testigos, está en el acimut y la elevación incorrectos para haber sido el sol. Él sugiere que la causa pudo haber algo que se conoce como parhelio o “espectro de sol”. Un parhelio es un fenómeno óptico atmosférico relativamente común asociado con la reflexión/refracción de la luz solar por numerosos diminutos cristales de hielo que se forman en los cirros o cirroestratos. Un parhelio es, sin embargo, un fenómeno estacionario, y no explicaría la aparición del “sol bailando” … Nickell concluye que probablemente haya una combinación de factores, incluyendo fenómenos ópticos y meteorológicos: el sol se ve a través de nubes delgadas, haciendo que aparezca como un disco plateado; una alteración en la densidad de las nubes que pasan haría que el sol alternativamente se ilumine y oscurezca, pareciendo así avanzar y retroceder; polvo o gotas de humedad en la atmósfera, impartirían una variedad de colores a la luz solar y otros fenómenos.[15]

Respuesta: Hay veces en que un escéptico se vuelve un fanático. Es decir, en alguien que se niega a enfrentar la verdad a pesar de la evidencia abrumadora. Aquí en Canadá, veo regularmente el efecto solar conocido como parhelio o en inglés, sundog.[16] Aparece, no dentro del sol, sino bastante a la izquierda o a la derecha o, a veces, más arriba. Sin embargo, en Fátima, los observadores describieron haber visto el sol mismo, nunca objetos cercanos. Además, como se señaló, los rayos solares son estacionarios. Son refracciones brillantes de luz que parecen pequeños arco iris verticales. Sin duda son bonitos, pero habiendolos visto yo mismo con frecuencia, no se parecen en nada a lo que se ha descrito como el “milagro del sol”, y no son más inexplicables que un arco iris después de una tormenta.

En cuanto a las otras conclusiones de Nickell, obviamente son un retahíla de suposiciones. Supongo que cuando una sola respuesta no encaja, varias respuestas individuales pueden ser suficientes para deslumbrar a una mente superficial. En última instancia, creo que la gente, incluidos los observadores científicos presentes ese día, merecen un poco más de crédito intelectual del que Nickell les está dando. Además, todavía no ha respondido cómo los niños podrían haber predicho la “tormenta perfecta” de anomalías que Nickell ha conjurado. Lo mismo ocurre con otras conjeturas científicas que se han hecho:

Paul Simons, en un artículo titulado “Weather Secrets of the Miracle at Fatima” (Secretos del tiempo en el Milagro de Fátima), afirma que cree posible que algunos de los efectos ópticos de entonces puedan haber sido causados por una nube de polvo del Sahara…[17]

Es extraño que nadie, entre los presentes ese día, haya comentado sobre el clima polvoriento. Por el contrario, estaba lloviendo fuerte, lo que tiende a amortiguar una tormenta de polvo con bastante rapidez.

Kevin McClure afirma que la multitud en la Cova da Iria podría haber esperado ver signos en el sol, ya que se había informado de fenómenos similares en las semanas previas al milagro. Sobre esta base, él cree que la multitud en realidad vio lo que quería ver. Pero se ha objetado que la conclusión de McClure no explica informes similares de personas a kilómetros de distancia, que por su propio testimonio ni siquiera pensaban en el evento en ese momento. Tampoco explica el secado repentino de la ropa del público, totalmente empapada por la lluvia. Kevin McClure declaró que nunca había visto un caso con tal colección de relatos contradictorios en ninguna de las investigaciones que había realizado en los últimos diez años, pero falla en enumerar explícitamente tales contradicciones.[18]

Crítica: Muchos años después de los eventos en cuestión, Stanley L. Jaki, profesor de física en la Universidad de Seton Hall, Nueva Jersey, sacerdote benedictino y autor de varios libros que reconcilian la ciencia y el catolicismo, propuso una teoría única sobre el supuesto milagro. Jaki cree que el evento fue de naturaleza natural y meteorológica, pero que el hecho de que el evento fuera predicho para ese momento exacto fue un milagro.[19]

Respuesta: Aquí debemos decir que la idea de que algún tipo de fenómeno natural contribuyera a lo que se conoce como “el milagro del sol”, no es incompatible con el milagro. Así como Dios salvó a la humanidad obrando por medio de la naturaleza –la encarnación de Jesucristo en el vientre de una virgen, por ejemplo– así también los milagros no necesariamente quedan eliminados por una “participación” de la naturaleza. Lo que hace que un milagro sea un milagro es que algún aspecto del evento es inexplicable y solo puede ser entendido como de origen sobrenatural.

El catolicismo no se opone a la ciencia. Se opone al ateísmo que convierte a la ciencia en una religión y en la respuesta a todas las cosas existenciales. Tampoco la Iglesia Católica –y eso con gran mérito propio– en toda su historia se ha apresurado a declarar algo como un milagro. A menudo toma años estudiar los eventos y eliminar la posibilidad de un engaño.

En lo que toca al milagro del sol, la Iglesia hizo una declaración recién después de pasados trece años.

El 13 de octubre de 1951, el legado papal Cardenal Tedeschini reveló a un millón de personas reunidas en Fátima en reuniones del 30 de octubre, el 31 de octubre, el 1 de noviembre y el 8 de noviembre de 1950, que el milagro había sido oficialmente aceptado por la Iglesia Católica Romana. El propio Pío XII fue testigo del milagro del sol desde los jardines del Vaticano.[20]

Conclusión

Aunque se han propuesto algunas explicaciones científicas sobre lo que sucedió ese día de octubre, ninguna satisface por completo la lógica y el entorno general: que la Santísima Virgen María le dijo a tres niños pequeños, con meses de antelación, que al mediodía del 13 de octubre iba a ocurrir un milagro. Un evento extraordinario e inexplicable ocurrió tal cual se había predicho.

Fue un milagro

Pero hay otro aspecto profético en este evento que, lamentablemente, a menudo se pasa por alto. Es uno de los mensajes centrales que la Santísima Virgen María mencionó en una de sus apariciones a los niños. Ella advirtió, poco antes de que Vladimir Lenin tomara el poder en Rusia y comenzara allí una revolución marxista, que el mundo estaba en una encrucijada:

“Cuando veais una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que esta es la gran señal que Dios os ha dado de que está a punto de castigar al mundo por sus crímenes, mediante la guerra, el hambre y las persecuciones de la Iglesia y del Santo Padre. Para evitar esto, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón, y la Comunión de reparación en los Primeros Sábados. Si mis peticiones son atendidas, Rusia se convertirá y habrá paz; si no es así, difundirá sus errores en todo el mundo, provocando guerras y persecuciones de la Iglesia.”[21]

Sucedió que una gran luz ciertamente iluminó el cielo el 25 de enero de 1938, seguida un año después por el estallido de la Segunda Guerra Mundial, pero la consagración de Rusia se retrasó no sin graves consecuencias:

“Dado que no atendimos a ese llamado, hoy podemos comprobar que se ha cumplido: Rusia invadió el mundo con sus errores. Y si aún no hemos visto el cumplimiento completo de la parte final de esa profecía, avanzamos poco a poco a grandes pasos cuando no rechazamos el camino del pecado, el odio, la venganza, la injusticia, las violaciones de los derechos de la persona humana, la inmoralidad y la violencia, etc.”[22]

Si un ateo rehusa creer en un evento sobrenatural porque no vivía entonces para presenciarlo, tal vez sea capaz de reconocer que una profecía expresada por la Madre de Dios en el siglo pasado se está cumpliendo ante sus propios ojos.

Dios existe. Él nos ama y está interviniendo en nuestros tiempos de la manera más extraordinaria, milagrosa y pronto: definitiva …

 


[1] Padre John De Marchi, sacerdote e investigador italiano; El Inmaculado Corazón, 1952.

[2] Para mayor información ver: http://www.answers.com.

[3] Dr. Domingos Pinto Coelho, escribiendo para el periódico Ordem.

[4] Dr. Almeida Garrett, profesor de Ciencias Naturales en la Universidad de Coimbra.

[5] Dr. Formigão, profesor y sacerdote del seminario de Santarém.

[6] Miracle of the Sun, en inglés.

[7] Skeptical Inquirer, Volumen 33.6 Noviembre/Diciembre 2009.

[8] Como nota al margen, ¿puede ser que el milagro del sol fuera un presagio, por ejemplo, no tanto de lo que le podría pasar al sol algún día, sino a la tierra y su órbita?

[9] Comentario del sitio answers.com.

[10] Fr. John De Marchi, sacerdote e investigador italiano; El Inmaculado Corazón, 1952b: 282.

[11] Auguste Meessen “Apariciones y Milagros del Sol”. Foro Internacional en Porto. Ciencia, Religión y Conciencia, 23-25 de octubre de 2003, ISSN: 1645-6564

[12] Cabe agregar que hay informes de personas presentes durante el milagro del sol, que fueron curadas de su ceguera. NOTA DEL EDITOR.

[13] Skeptical Inquirer, Volumen 33.6 Noviembre / Diciembre 2009.

[14] “El velo polvoriento de Fátima”, New Humanist, Vol. 104 número 2, agosto de 1989 y “El Milagro del Sol en Fátima”. Journal of Meteorology, Reino Unido, Vol. 14, número 142, octubre de 1989.

[15] http://www.answers.com.

[16] Parhelio: Del lat. parhelĭon, y este del gr. παρήλιον parḗlion, de παρα- para- ‘para-‘ y ἥλιος hḗlios ‘Sol’. En la meteorología: Fenómeno luminoso poco común, que consiste en la aparición simultánea de varias imágenes del Sol reflejadas en las nubes y por lo general dispuestas simétricamente sobre un halo. Diccionario de la Real Academia Española.

[17] “Weather Secrets of Miracle at Fátima”, Paul Simons, The Times, February 17, 2005.

[18] Consultar: http://www.answers.com.

[19] Stanley L. Jaki, 1999. God and the Sun at Fátima. Real View Books, ASIN B0006R7UJ6.

[20] Joseph Pelletier, 1983. The Sun Danced at Fátima. Doubleday, New York. p. 147-151.

[21] Our Lady of Fatima, Message of Fatima, http://www.vatican.va.

[22] Sister Lucia, one of the three Fatima seers, Letter to Pope John Paul II, May 12th, 1982; http://www.vatican.va.